La estanflación se define como un fenómeno que combina una rápida subida de los precios con unos malos resultados económicos. La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus, y el bajo crecimiento económico mundial sigue latente, y las expectativas de inflación ya han comenzado a aumentar.
A nivel mundial, la estanflación es una consecuencia de la pandemia. Esto ha provocado una ralentización de la economía mundial, y las expectativas de inflación han aumentado, y eso es lo que preocupa a los inversores.
Según los analistas, la estanflación es uno de los peores escenarios que puede tener un país porque los altos niveles de inflación impedirían la recuperación de la economía, lo que generaría un círculo vicioso.
¿Qué ocurre en Estados Unidos?
Durante el año Covid, la inflación mundial de los precios al consumo y al productor cayó. En algunas economías basadas en la industria manufacturera, se produjo incluso un descenso de los niveles de precios (deflación). Además, la "demanda efectiva", como les gusta llamarla a los keynesianos, cayó en picada, con un fuerte descenso de la inversión empresarial y del consumo en los hogares.
Sin embargo, a medida que la aplicación de las vacunas se acelera en las economías avanzadas, y los gobiernos y los bancos centrales siguen inyectando dinero de crédito y financiación directa para las empresas y los hogares todo puede dar un giro importante.
La expectativa generalizada es que las principales economías recuperarán rápidamente la inversión, el gasto y el empleo, al menos en la segunda mitad de 2021.
El ex secretario del Tesoro, Larry Summers, y el ex economista jefe del FMI, Oliver Blanchard, han advertido que la aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos del paquete de propuesto de 1,9 billones de dólares, que se suma al estímulo de 900.000 millones de dólares del año pasado, suponen un riesgo de inflación.
Cuatro razones para preocuparse por la inflación en Estados Unidos
En primer lugar, las recesiones económicas provocadas por pandemias tienden a terminar más rápidamente que las provocadas por crisis financieras.
En segundo lugar, gracias a los paquetes de rescate y a la fortaleza del mercado bursátil, las finanzas de los hogares están ahora en mucha mejor forma que después de la crisis de 2008. Sin embargo, cabe preguntarse si la desbocada subida de la bolsa beneficia al 93% de los estadounidenses que no tienen inversiones en acciones o grandes fondos de pensiones.
La otra preocupación es que la Reserva Federal de EE.UU. cree una espiral inflacionista a través de sus políticas monetarias "flexibles". La Fed sigue vertiendo enormes cantidades de dinero de crédito en los bancos y las empresas, y también ha debilitado su objetivo de inflación anual del 2% a una inflación media del 2% por un período indefinido.
El problema no es el sobrecalentamiento inflacionario; es si la economía estadounidense podrá recuperarse lo suficiente como para acercarse al llamado pleno empleo.
El problema es la rentabilidad del sector capitalista de la economía estadounidense. Si no vuelve al menos a los niveles anteriores a la pandemia (y estaba cerca de los mínimos históricos), no habrá suficiente inversión para restaurar los puestos de trabajo, los salarios y los niveles de gasto.
¿Cómo resolver la estanflación?
La complejidad de la estanflación radica en la enorme dificultad para resolverla.
Para frenar la inflación, las medidas a tomar van en la línea de frenar el consumo. La subida de los tipos de interés, el aumento de la fiscalidad y la reducción del gasto público ayudan a las empresas a bajar los precios para seguir vendiendo.
Ante un escenario de estancamiento económico, las acciones que se llevan a cabo van encaminadas a reactivar la economía aumentando el consumo. Al haber más consumo, las empresas pueden subir los precios y, al tener más beneficios, aumentan los salarios y disminuye el desempleo.
Para algunos expertos, la solución para la estanflación pasa por la flexibilidad laboral, una fiscalidad empresarial que incentive la inversión y una regulación con plenas garantías de protección al inversor.
Asimismo, una oferta energética abundante, diversificada y segura para que sea barata, una distribución comercial menos rígida y una educación y formación a todos los niveles más vinculadas al esfuerzo y al aparato productivo.
La estanflación es un fenómeno actual que preocupa a los inversores y a los mercados. Aprenda y manténgase siempre informado con AtoZ Markes.com.